4. Adoraron al dragón porque había dado autoridad al monstruo, y adoraron también al monstruo diciendo: “¿Quién hay como este monstruo y quién podrá luchar contra él?”
5. Se le permitió al monstruo decir cosas arrogantes y ofensivas contra Dios, y tener autoridad durante cuarenta y dos meses.
6. Así lo hizo: habló contra Dios, y dijo cosas ofensivas contra él, contra su santuario y contra los que están en el cielo.